RUBÉN HERNÁNDEZ FLORES... MAESTRO DE FANTASÍAS

Rubén Hernández Flores, originario de Puebla, escritor, profesor a nivel universidad, corrector de estilo, dramaturgo y guionista, dedicado en absoluto a las letras, con maestría en Letras Iberoamericanas obtenida en el año 2000. No tenía hijos, los únicos hijos que obtuvo fueron cuentos, historias, libros con una gran calidad en escritura.

Algunos de sus textos los uso para ejemplificar sus clases, en la Escuela de Comunicación y Ciencias Humanas, algunos alumnos se enamoraron de sus lecturas, porque parte de su sello característico era la irreverencia, lo fuera de lo común, cosas inexplicables.

Un maestro que daba sus clases de una manera dinámica, aunque no todos los alumnos lo tomaban en serio, siempre usaba un tono sarcástico para referirse a los alumnos cuando estaban a punto de reprobar su materia y pedían miles de prorrogas o presentaba sus justificantes para las faltas.

La última publicación del profesor fue “Mi sombra se hará cenizas” donde se acude a las horas previas al fusilamiento del emperador Maximiliano, su muerte y el destino final de sus despojos, todo salpicado de leyenda, rumores y suposiciones históricas que enriquecen y animan la intensidad del relato. Personajes históricos y ficticios conviven mutuamente para ofrecer una versión sin registro en los tratados oficiales que no hacen sino incrementar la leyenda del fallido Segundo Imperio, lo que pudo haber sido y lo que seguramente ocurrió al escucharse el último disparo en el Cerro de Las Campanas.

Con esta publicación gano el premio nacional de literatura en México en 2011, anunciado por el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato; del mismo modo se alzó con el XIV Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia, dotado con 75 mil pesos.

“Mi sombra se hará cenizas” ha sido uno de los logros mas grandes del profesor Ruben, en platicas intimas con sus alumnos de la ECCH, comento que también realizo un libro de cuentos, sin embargo no tuvo su nombre, pues lo realizo para un concurso, donde les pedían ciertos requisitos, y la edad fue la que le afecto, sin embargo recurrió a una amiga para inscribirse a ese concurso, con lo que no esperaba era que su libro ganara el primer lugar, y por ende el crédito se le quedara a su amiga, quien le siguió dando todo el apoyo para realizar las giras del libro.

El pasado 7 de mayo Rubén Hernández abandono este mundo, se fue a continuar historias únicas, probablemente se encuentre con el gran fundador de esta institución, Agustín Ugarte ya tiene compañía allá en el cielo.

Y a los alumnos que tuvimos el placer de conocer a este grande profesor nunca olvidaremos sus dos grandes vicios, el café y el refresco de cola, en especial aquella marca de etiqueta roja, pues era imposible verlo sin alguno de aquellos objetos, u otra de sus peculiaridades que era vestir el mayor tiempo de mezclilla y solo me queda mencionar que a algunos nos marcó, a otros, solo nos dejó alguna experiencia buena.

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